Recuerdo aquel día
en que la noche fue eterna,
y el silencio de la soledad
recorría cada rincón de mi casa
Sentía un miedo que me acorralaba
mientras, parada en esa silla,
rogaba por una señal que no llegaba...
solo una brisa leve me acariciaba.
Nadie estaba allí
para escuchar mis últimas palabras
Solo sentía la brisa que enfriaba mi sudor
mientras yo, con desesperación,
buscaba la escalera hacia el cielo.
Con la mirada fija,
sentía que al otro lado
no me esperaba la luz,
sino el peso de mi decisión cobarde
de colgarme y terminar con mi vida.
Solo pedía perdón a Dios
por no intentar coser mi herida
con hilos de fe
Escuchaba mi respiración,
y mis recuerdos giraban en mi mente
como un proyector viejo
en una sala vacía, sin nadie.
Dentro de mí se desbordaba el miedo,
escuchando la última tonada de mis lágrimas
Sentía que pronto
cerraría los ojos para siempre,
y que la oscuridad
esperaba por mi alma.
Pero...
ya ha pasado mucho tiempo
Y ahora, mirando el firmamento,
descubro que la escalera al cielo
siempre estuvo clavada en mi interior
Porque la brisa que me acarició ese día
era la señal que siempre estuvo allí
Logrando hundirme en el silencio
para susurrarme al oído, estas palabras:
“Yo estoy aquí contigo,
aunque no me puedas ver
No te dejaré caer de esa silla,
porque los buenos
merecen ayuda…
de vez en cuando.”
en que la noche fue eterna,
y el silencio de la soledad
recorría cada rincón de mi casa
Sentía un miedo que me acorralaba
mientras, parada en esa silla,
rogaba por una señal que no llegaba...
solo una brisa leve me acariciaba.
para escuchar mis últimas palabras
Solo sentía la brisa que enfriaba mi sudor
mientras yo, con desesperación,
buscaba la escalera hacia el cielo.
sentía que al otro lado
no me esperaba la luz,
sino el peso de mi decisión cobarde
de colgarme y terminar con mi vida.
por no intentar coser mi herida
con hilos de fe
Escuchaba mi respiración,
y mis recuerdos giraban en mi mente
como un proyector viejo
en una sala vacía, sin nadie.
escuchando la última tonada de mis lágrimas
Sentía que pronto
cerraría los ojos para siempre,
y que la oscuridad
esperaba por mi alma.
ya ha pasado mucho tiempo
Y ahora, mirando el firmamento,
descubro que la escalera al cielo
siempre estuvo clavada en mi interior
Porque la brisa que me acarició ese día
era la señal que siempre estuvo allí
Logrando hundirme en el silencio
para susurrarme al oído, estas palabras:
aunque no me puedas ver
No te dejaré caer de esa silla,
porque los buenos
merecen ayuda…
de vez en cuando.”
EXODIAKRONOS....ANDRES PEREA
UNA LUZ EN LA OSCURIDAD
año de creación: 2000
Me encanta, sin duda alguna cada palabra está llena de sentimiento
ResponderBorrarGracias a Dios por haber hecho presencia , aunque siempre estuvo , nunca lo había sentido tanto como ese día ME ENCANTO
ResponderBorrarPorque los buenos merecemos ayuda de vez en cuando y eso no nos hace debiles
ResponderBorrarTantas palabras con sentimiento, que engrandecen el alma, un corazón merecedor de amor...
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